miércoles, 20 de agosto de 2025

🐺✨

Tal vez las pérdidas no son lo mío

Tal vez no son lo de nadie

Fuiste lo que más quise con esa ilusión de niña, que se aferra hasta el final.

Llegaste y por las circunstancias de estar literalmente al frente, tu destino fue quedarte conmigo.

Siempre mi bebito, siempre obediente. Crecer juntxs.

Desde comer tus huesitos en mis piernas, hasta tirarnos a jugar en el piso.

Salir al patio, correr, tomar sol, darte uvas y caricias.

Me acuerdo de una vez que estábamos sentadxs en el escalón de la puerta, vos a mi par, y yo acariciándote mientras el Sol nos dejaba. Yo seguía con un ritmo tranquilo y te miré, vos respirando tranquilito pues no había que correr hacía ningún lado, respiré profundo y pensé que ese momento podía durar para siempre. La sensación de tu pelaje, el calorcito de la tarde, el movimiento de tus ojitos marrones solo observando pájaros. 

Y luego me llegó, ese pensamiento intrusivo que me avisa que no será para siempre. Que algún día (como hoy) estaría recordando esas sensaciones, esos pensamientos, a mi cachorro bebé.

Extraño el ruido de tus patitas, el rasguño en la puerta, los ladridos esporádicos. Sacarte a dar una vuelta, que te escapes otras por el medio de los ligustros pero siempre volvías. 

Ahora ya no volves, y yo extraño que andes por aquí. De bebé me dejaste una cicatriz sin intención de daño en el dorso de la mano, muy pequeña pero yo me acuerdo y me gusta que estes en esa marca. Ahora también dejaste una cicatriz en mi corazón y esa no se ve pero es más profunda y no se curó del todo. 

Espero que ahora estés descansando, que ya no duela caminar y puedas correr como te gustaba. Gracias por acompañarme y crecer conmigo. 

❤️‍🩹

No hay comentarios:

Publicar un comentario